El manejo de vidrios es más que romper cristales
Los rescatadores encaran de muchas maneras distintas el manejo de vidrios en la escena de un accidente automovilístico con atrapamiento. La decisión de quitar o romper un vidrio debe enfocarse en las necesidades del paciente y en lo que hace falta para crear el espacio necesario para liberarlo. Romper vidrios templados de seguridad y cortar vidrios laminados de seguridad son tareas con peligros que hay que considerar. En el caso del vidrio templado de seguridad, se encontrará con pedazos de vidrio roto; en el caso de cortar vidrio laminado de seguridad, tendrá que lidiar con el polvo de vidrio. ¿Qué otras cosas hay que tener en cuenta al realizar el manejo de vidrios en un siniestro?
¿El resultado compensa los riesgos?
La primera pregunta que debe hacerse es: «¿Quitar el vidrio de esta puerta o ventana tendrá un efecto positivo en el estado del paciente y en su liberación del vehículo?» Si la respuesta es no, ¿para qué crear un riesgo con el vidrio roto/cortado y perder tiempo que podría utilizarse de una forma más útil para el estado del paciente?
Tenga en cuenta el estado del tiempo
En invierno, tal vez sea mejor no romper ni cortar ventanas, para proteger al paciente de las bajas temperaturas, el viento, la aguanieve o la nieve. En verano, en cambio, romper o cortar una ventana puede proporcionar una brisa capaz de evitar que la temperatura del paciente suba demasiado.
Un adecuado manejo de vidrios
El manejo de vidrios no significa necesariamente quitar todos los cristales, y el estado del tiempo no es lo único que puede modificar los planes. Especialmente cuando se trata de evitar el polvo de vidrio, me gustaría proponer la opción de un manejo adecuado de vidrios. ¿Qué significa esto?
Pensemos, por ejemplo, en un accidente de tráfico después del cual un coche está tan deformado que las puertas no pueden abrirse y todas las ventanas están intactas. En ese caso, podría decidir romper solo una ventana, lo más lejos posible del paciente, para poder acceder. A continuación, puede trabajar con plásticos autoadhesivos para cubrir las ventanas interna y externamente. Si lo hacemos correctamente, podemos operar normalmente y usar nuestras herramientas hidráulicas para quitar partes del vehículo sin que haya partículas de cristal dando vueltas por el aire.
Otro ejemplo de un manejo adecuado de vidrios es elegir métodos de extracción alternativos para liberar al paciente. Mantener las ventanas intactas y no tener que quitar los vidrios implica que tendrá que buscar otras formas de quitar las puertas y el techo. Por ejemplo, cortar las bisagras en lugar de separarlas. O doblar el techo en lugar de quitarlo. Al llegar a la escena de un accidente, tómese un momento para considerar cuidadosamente cuáles son las mejores opciones.
El futuro es el vidrio laminado
Comenzará a ver más y más accidentes en los cuales todas las ventanas de los vehículos de pasajeros involucrados serán de vidrio laminado de seguridad. Excepto cuando sea necesario quitar el cristal para llegar hasta el paciente, no hace falta sacar este vidrio antes de realizar las operaciones de separación o corte. Cuando el vidrio laminado de seguridad está ubicado en las puertas, puede usar su separador para quitar la puerta tal como lo haría habitualmente, y el vidrio no estallará. Tal vez se quiebre, pero en su mayor parte se mantendrá intacto. Este cambio en los estándares de seguridad para vehículos de pasajeros le proporciona a usted la oportunidad de ahorrar tiempo.
Romper vidrios: ¿qué hay del EPP?
En caso de llegar a la conclusión de que sí es necesario cortar o romper un vidrio, es importante hacerlo de manera segura. Generalmente, vemos a la mayoría de los rescatadores cuidando bien de sí mismos y del paciente que está atrapada en un vehículo cuando se trata del control de lunas. Hoy en día casi todo el mundo sabe que cortar ventanas laminadas producirá mucho polvo de vidrio con partículas inhalables. Hay investigadores que dicen que estas pueden ser consideradas como una sustancia cancerígena, mientras que otras investigaciones no muestran ningún vínculo entre el polvo de vidrio y los problemas de salud. Es necesario evaluar las alternativas de las que disponemos.
Cuando recorremos el mundo vemos a muchos rescatadores usando máscaras con filtros para evitar inhalar partículas de vidrio. Sí, incluso al romper vidrio templado de seguridad, que generalmente solo se rompe en pedazos de vidrio granulado. Personalmente he visto polvo de vidrio en el aire en el momento de romper una ventana de vidrio templado de seguridad. De modo que es posible encontrarnos con polvo de vidrio al romper cualquier tipo de cristal. ¿Mi consejo? ¡Es mejor prevenir que curar! Use una protección respiratoria adecuada cuando rompa o corte un vidrio, como un aparato de respiración o una máscara con filtro. Y evite tocar vidrios rotos, incluso con guantes puestos. Las partículas de vidrio pueden quedar atrapadas en la capa exterior del guante y lastimarlo a usted o al paciente al entrar en contacto con la piel. Es mejor usar algo encima de las manos, como una cubierta de protección de bordes afilados, cuando se necesite empujar el vidrio.
Importante: comunique lo que está haciendo
Cuando decida romper o cortar un vidrio, asegúrese de que todas las personas que estén trabajando alrededor del vehículo, así como el rescatador ubicado en el interior, sean conscientes de lo que está a punto de hacer. Esto es especialmente importante para el rescatador que está dentro del vehículo, junto al paciente, para que ambos sepan lo que está a punto de ocurrir y que los está protegiendo de un daño mayor.
Conclusión
El manejo de vidrios es mucho más que decidir quitar un cristal. Es un proceso complejo que requiere cuidados especiales. Existen innovaciones, como el vidrio laminado en todas las ventanas, que ofrecen nuevas alternativas. Con mucha formación y discusiones abiertas acerca de los métodos de trabajo, podemos asegurarnos de encarar de forma efectiva el manejo de vidrios. Siempre con el objetivo final de sacar al paciente del vehículo de forma rápida y segura y enviarla de camino al hospital.
Recuerde: no entrene hasta que le salga bien, entrene hasta que nunca le salga mal. Cuídense.
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Dan Crowbridge
Consultor de rescates, Holmatro